Un año agridulce

Foto: Abel Laborda. Julio 2017.

Mañana se cumple un año desde que empecé está renovación del blog o, lo que viene a ser lo mismo, desde que decidí tomarme en serio esto de la fotografía. Es inevitable esta manía nuestra de hacer balance en las efemérides y, si tengo que ser sincero, ha sido (en lo que al blog se refiere) un año agridulce.

Este blog (desde sus inicios, no sólo en esta revisión) siempre ha ido de mis distracciones, de mis manías, de mis disfrutes… de todo aquello que no me da de comer pero sin lo que me sería imposible vivir. Del chocolate y del ron, de lo que no alimenta, pero sostiene. Un batiburrillo de arte, música, literatura, humor, cine, viajes…

La fotografía, sin embargo, ha superado con mucho esa definición. Ha sido un año de descubrir una pasión (quién sabe si futura profesión), de trabajar, de aprender, de conocer gente. Y al mismo tiempo de frustraciones y de objetivos incumplidos. Y aunque está bien eso tener metas todavía por cumplir (qué sería del mundo si no), a veces me resulta difícil luchar con el estrés de todo lo que no he podido hacer y con las ganas de dejar de intentarlo.

En cualquier caso, este aniversario lo he celebrado buscando localizaciones para nuevos proyecto porque, de momento, seguimos trabajando…

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*