Maldito el día en que escogí el tema del blog.
Bueno, realmente no ha sido para tanto pero la verdad es que me ha dado bastantes dolores de cabeza. Buscaba un estilo de estructura clásica para el blog y la verdad es que ahora casi todos los temas actualmente se basan en diseños de una página, tipo bootstrap y similares. Este fue de los pocos (por no decir el único) que, respetando la estructura que buscaba, tenía un aspecto visual que me gustara.
Lo que no me esperaba es que haya sido tan difícil de personalizar. Muy pocas opciones, traducciones incompletas, no respetar algunos estándares de WordPress… Pero bueno, tras investigar un rato en las entrañas de WordPress, mucha reescritura y algunas horas de trabajo, creo que ya está bastante pulido. Ya aparece todo en español, las fotos se pueden ampliar (¿¿¿cómo demonios no habían tenido es en cuenta???), la hoja de estilos es más coherente, tiene un nuevo estilo específico para los relatos y hasta he recuperado la antigua wishlist que alguno que otro echaba en falta. Gracias a todos los que me habéis hecho llegar comentarios al respecto de lo que no estaba bien.
Me quedo con la sensación de que lo cambiaré a no tardar demasiado, pero bueno, de momento centrémonos en el contenido.
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