
Se acerca la primavera. No voy a echar de menos el invierno, ni el frío, ni salir del trabajo y que sea ya de noche, ni el vaho perenne en el parabrisas del coche, ni la calefacción siempre encendida, ni las mil capas de ropa… pero hay que reconocer que la inestabilidad de estos últimos días ha dejado unos cielos hermosísimos.
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